sábado, 10 de diciembre de 2011

Volviendo con fuerza

He tardado un poco más de lo previsto en regresar por aquí. La verdad es que no me sentía de mucho humor para escribir sobre alimentación cuando todo en mi vida esta girando en torno a ella. La operación salió bien, pero la recuperación está siendo más problemática de lo esperado. Tras quitarme la vesícula tuve que regresar a urgencias con cólicos, con el consecuente susto de que alguna de las piedras hubiera podido pasar al páncreas. Por suerte parece que eso está descartado. Pero mi estómago no está bien. Las úlceras siguen en el duodeno y los médico dicen que hay que seguir con pruebas para determinar que tengo. Es evidente que no es grave, pero si latoso. Pues nada, resignación y a seguir alimentándome de forma muy sana para evitar en lo posible los problemas.

He recomenzado la consolidación. Como la estaba haciendo a unque no de forma completa, lo que ya había introducido en las cantidades de la segunda fase de consolidación no lo he reducido. Así pues tomo dos piezas de fruta y 60gr de pan. He introducido una comida de feculentos, que es siempre arroz pues no me atrevo con otras cosas. Lo intenté con la pasta pero me hace mucho daño. Y las comidas de gala siguen siendo muy ligeras. Suelen consistir en un bocadillo de pan blanco, o unas palomitas en el cine. El queso no lo he reintroducido pues tomar queso a diario a tan poco tiempo de la operación está desaconsejado. Quizás comience a tomarlo ocasionalmente. De forma ocasional también tomo un poco de aceite en mis cremas de verduras. Llevo un mes haciéndolo de este modo y mi peso no ha variado. Oscila entre los 62.2 y los 63.2 aproximadamente. Mañana me voy a atrever con un pedacito de tarta de galleta, pues tengo una celebración... cruzaré los dedos jajajaja.

También he comenzado a leer a fondo sobre la dieta paleolítica, que es la que pienso tomar como base cuando termine la consolidación. Creo que como base para mi alimentación será la más adecuada aunque dudo que pueda suprimir los lácteos de forma absoluta. Ya con haberme pasado a la leche desnatada sin lactosa y a consumir sólo queso 0% creo haber hecho un progreso inmenso. Los yogourts ya no forman parte de mi alimentación. Los cereales cada vez tengo más claro que me perjudican, sólo tengo que ver lo mal que me sienta ahora la pasta y, por mucho que me fastidie, tengo que reconocer que el pan no me sienta tampoco bien. Pero de aquí a abril tengo mucho tiempo para concienciarme.

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